
Descubre las ventajas de un buen asesoramiento respecto a tu seguro.
Cuando pensamos en un seguro normalmente lo hacemos para contratar la mejor póliza para nuestro coche, nuestra casa, nuestro negocio, etc. Y sin duda asegurar bien una parte tan importante de nuestro patrimonio es esencial. Sin embargo, a menudo descuidamos asegurar la parte más preciada del patrimonio que cualquier persona puede atesorar: nuestra familia y, lo más importante, su bienestar.
Desde luego no es agradable pensar en determinadas situaciones, pero uno no está libre de cualquier enfermedad o accidente que pueda poner en riesgo la estabilidad económica de su familia. Ante cualquiera de estas indeseables eventualidades, las prestaciones públicas de la Seguridad Social son claramente insuficientes para cubrir mínimamente el nivel de vida mantenido hasta ese momento. Esta situación es especialmente grave en el caso de trabajadores autónomos que, como la inmensa mayoría, cotizamos por la base mínima. Seguramente ya habrás oído hablar de ello pero quizá no conozcas la realidad de los datos que aquí se plantean.
Supongamos un autónomo que sufra un accidente o enfermedad que derive en una Incapacidad Temporal (comúnmente conocido como “baja”). Las prestaciones públicas, en el mejor de los casos, serían de 669,82 €/mes. Ahora bien, si el autónomo además tiene empleados no podrá cesar en su actividad y tendrá que seguir pagando la cuota mensual de 267,03 €, de modo que el monto mensual realmente disponible sería de 402,79€. Es decir, unos 13 €/día.
Otros escenarios igualmente graves se producen si hablamos de una Incapacidad Permanente, pues las pensiones oscilan entre los 491 y los 893 €/mes. Y en caso de fallecimiento, las prestaciones públicas son de 464 y 179 €/mes por viudedad y orfandad respectivamente.
En cualquiera de los casos planteados, la escasa cuantía de las prestaciones públicas dibuja un panorama de grandes dificultades económicas para la unidad familiar. La merma de ingresos es tan grande que muchas familias ven truncados sus sueños: malvender patrimonio (si lo hay), renunciar a los planes de estudio de los hijos, etc. Además, estas dificultades son mayores en la medida en que existan cargas familiares que irremediablemente hay que seguir atendiendo (hipotecas, préstamos, etc.).
¿Y qué podemos hacer?
Ser previsores y preocupamos por minimizar estos riesgos. El seguro de vida nos aporta soluciones interesantes para garantizar tu tranquilidad y la de tu familia.
Por ejemplo: es posible contratar un seguro de vida que, en caso de fallecimiento y/o la invalidez, nos aporte un capital suficiente para saldar las posibles deudas (si las hubiere), pagar los impuestos derivados de las herencias o sucesiones, y disponer de un colchón que permita seguir adelante con el nivel de vida habitual.
Adicionalmente es posible contratar una Indemnización diaria que en caso de bajas temporales bien sea por accidente o por enfermedad, complemente la prestación pública.
Y lo mejor, todas las opciones que nos aportan los seguros lo hacen a precios muy razonables y económicos en relación a la tranquilidad que te pueden aportar a ti y a tu familia, tu mejor patrimonio.
Le recordamos que estamos a su disposición de modo que ante cualquier duda que se plantee, puede ponerse en contacto con nosotros. Estaremos encantados de ayudarle.
José Rafael Rocamora Gabarrón.
Gerente.